CANALIZAR LA SANACIÓN · 2024

Me están me están mostrando una doble imagen. Veo arriba un médico que tuviera una especie de lente o aparato de auscultación, y después me muestran abajo el prototipo del investigador que va con la lupa.

Y dicen: “Os preguntáis por los procesos de la canalización en relación a la sanación, es decir, os preguntáis el vínculo entre la sanación y los procesos de la canalización. Y dicen, os decimos, se trata de un proceso de reciprocidad, es decir, se trata de un proceso de auscultación y percepción en doble dirección. Para que nosotros podamos sanaros, vosotros debéis primero girar vuestra percepción.

De algún modo, solicitar una revisión. Ocurre, en verdad, tal como ocurre en vuestra vida cotidiana. Un médico no os puede atender a no ser que pidáis cita para una revisión. Es decir, es tan importante vuestra predisposición, diríamos que es fundamental vuestra predisposición para los procesos de sanación, pues si no hay una actitud de recepción para la sanación, no se produce la sanación. De algún modo, para que viváis en un estado de salud, necesitáis predisponeros a canalizar la salud.

Igual que cuando decidís vivir en un estado de alegría y entusiasmo es porque os predisponéis a canalizar esa energía de alta frecuencia. Es decir, vivís en alegría cuando dais cabida a la alegría, vivís en la salud cuando permitís la salud en vuestra vida. En verdad, aunque de forma un poco superficial o cogida con pinzas, la ley de la atracción responde a esta premisa de que aquello que solicitáis es aquello que obtenéis. Y entonces os preguntáis por qué a menudo solicitáis cosas, situaciones, que no se resuelven.

Y os decimos, porque vuestra solicitud tiene que ser auténtica. Y para que vuestra solicitud sea auténtica, os tenéis que volver capaces de recibirla. Es decir, una pregunta puede ser contestada en la medida que sois capaces de acoger la respuesta. La salud puede producirse en la medida en que estáis preparados para acoger la salud, para acoger la salud con todo vuestro ser, para sostener la sanación con vuestros hábitos de vida, con vuestra frecuencia enaltecida, con la limpieza de vuestra percepción.

Pues sí, tanto la sanación, como la alegría, como el entusiasmo, como una vida creativa, tiene que ver con la limpieza, es decir, con la higiene, es decir, con la pureza, es decir, con la inocencia. Un canalizador que canaliza la Luz de la Fuente, en la medida que despeja todos sus obstáculos, todos sus impedimentos, se convierte en un cauce para esa energía enaltecida…”