EL PODER DE LA PRESENCIA · 2024

Dicen: “Mucho se os ha hablado de la importancia de vivir el momento presente. Y muchos estáis familiarizados con la idea de vivir en el presente. Pero, nosotros os decimos, no es que no podáis proyectaros hacia el futuro o recordar vuestro pasado, no es que no podáis hilvanar lo que fue con lo que será, lo que sucede es que en el único lugar en el que se puede poner el hilo a la aguja es en el tiempo presente. Tiempo presente, en verdad, sería más afinado decir en la presencia.

Cuando estáis en vuestra pura presencia, pues el pasado y vuestro futuro forman parte de ella, es como estar en el núcleo de lo que sois, es como descansar en el centro cordial de vuestra irradiación espacio temporal. Desde vuestra pura presencia abarcáis todo lo que sois, todo lo que habéis sido, todo lo que seréis, porque trascendéis el tiempo lineal. Es por ello que solo desde esta presencia se puede realmente modificar el pasado y crear el futuro. Porque esta presencia os conecta con el infinito que sois, que es la Fuente creadora por excelencia.

Y os decimos, ¿por qué en vuestro tiempo, en vuestra contemporaneidad, estáis tan desplazados de vuestra presencia? Porque es el tiempo del entretenimiento, es el tiempo en el que os tienen distraídos con millones de anzuelos llenos de deseos. Los deseos siempre os proyectan fuera de vosotros, porque los deseos tienen implícito algo que hay que alcanzar. Es ese anzuelo que os lleva como un burro detrás de la zanahoria. Los deseos son una promesa, y mientras sean una promesa, está desplazándoos de vuestra esencia, porque es algo que tiene que llegar y sólo cuando deja de ser una promesa puede llegar. Por tanto, los deseos siempre están en un horizonte lejano.

En vuestro mundo actual, todo son apariencias, todo son fachadas, todos son proyecciones. Os venden siempre, siempre, una vida mejor. Una vida mejor que sólo se puede alcanzar trabajando más, esforzándose más, robando más. Una vida mejor que se premia con el éxito monetario, con la acumulación de propiedades. Una vida mejor que siempre está teñida de ostentación. La ostentación siempre es una pretensión, un disfraz que os desplaza de vuestra naturaleza esencial.

Y os decimos, podríais estar desnudos en el Paraíso ahora mismo, en el centro de vuestro ser, en el corazón de vuestra verdad, sintiendo que nada os falta y por tanto nada os puede faltar, si os desnudarais de esta sensación de necesidad no estaríais siempre impulsados a lograr algo más. Eso no quiere decir que desde el centro no tengáis motor de acción. Pero, ese motor de acción tiene un sentido, tiene un propósito vital, que vibra con vuestro verdadero ser. Porque vuestro verdadero ser, como hemos dicho más de una vez, tiene cuatro pilares; el de la Bondad, el del Amor incondicional, el de la Gratitud y el de la Generosidad. Esos cuatro pilares sostenidos en el presente continuo van construyendo el templo de vuestro ser, van afianzando vuestra presencia en el mundo, van motivando los actos necesarios para el contagio de todos estos valores esenciales…”