EL HILO INVISIBLE
Exposición individual en La Casa Amarilla, Zaragoza
25 de septiembre - 4 de diciembre, 2021
Mapi Rivera (Huesca, 1976) pertenece a la estirpe de artistas cuya trayectoria ha de entenderse como un viaje en busca del conocimiento siguiendo el legado de quienes, a lo largo de la historia, han transmitido su experiencia mística o visionaria. Una sabiduría ancestral, siempre latente en el tiempo, que emerge en momentos de crisis como la actual, cuando nos sentimos incapaces de forjar nuestra propia identidad. Sucede, sin embargo, que la búsqueda urgente de respuestas es del todo ajena al pensamiento visionario. Tendemos a confundir problemas con misterios: los problemas pueden tener solución, los misterios son irresolubles y exigen que nos involucremos hasta disolvernos en ellos.
En las diferentes etapas de su viaje iniciático, Mapi Rivera ha atendido a aquello que permanece oculto, esforzándose en darle forma a través del lenguaje y de las imágenes, sabedora de la dificultad que entraña la descripción de toda experiencia visionaria. La poesía y el dibujo son la expresión de aquello que le es revelado de súbito, y fuente indicial de las series de fotografías y vídeos. A la grafía llena de luz por la luz, acompaña el estudio y la investigación de los más destacados representantes de los diferentes movimientos místicos. Hitos de un relato que integran el pensamiento y la obra de Mapi Rivera.
La antigua cosmovisión cambió en Occidente a comienzos del siglo XVII. A la búsqueda del conocimiento a través de la razón siguió el llamado Siglo de las Luces que apagaron la doble visión necesaria para comprender el mundo. La visión metafórica cedió ante la irrupción de la visión literal y objetiva, violentando la relación hasta entonces existente con la Naturaleza. El hombre premoderno, afirmó Owen Barfield, “no se sentía aislado por su piel del mundo externo hasta el punto en que nos ocurre a nosotros. Estaba integrado o ensamblado a él, y cada una de sus partes estaba unida a una parte distinta del mundo por un hilo invisible”; es decir que, como insiste Patrick Harpur, apenas se tenía la noción de ser un “yo” transportado por un cuerpo, y menos aún un “yo” separado de un mundo “fuera” de nosotros. En su ensayo La tradición oculta del alma, Harpur recoge las investigaciones de la filósofa Mary Midgley sobre los escritos de los nuevos científicos: la supuesta objetividad respecto a la Naturaleza no era tal, sino algo hostil contra lo que había que luchar. Fue lenguaje común compararla con una prostituta salvaje y peligrosa a la que había que martirizar, interrogar, sujetar y penetrar, perforar y derrotar. La Naturaleza fue la primera víctima de aquel pensamiento racional, a la que siguieron, anota Harpur, todas las manifestaciones del alma: la imaginación quedó reducida a mera fantasía, un ámbito exclusivo de mujeres y de niños, cuya condición fue despreciada; el pasado era un lugar oscuro lleno de supersticiones a superar; y el alma, una ilusión.
“Porque creo, creo”. Así se presenta Mapi Rivera. Los recuerdos de su infancia, estadio fundamental donde la actividad imaginativa es libre y dichosa, marcan el origen de un viaje al que acompaña la sensación primera de experimentar la Naturaleza en toda su intensidad, de estar unida a ella por un hilo invisible. El mismo hilo invisible que vincula a Mapi Rivera con quienes como ella “porque creen, crean”. Identidad y permanencia de este hilo invisible que titula su exposición en La Casa Amarilla, donde se dan cita varios de los proyectos de la artista.
Durante su periodo de formación en la Universidad de Bellas Artes de Barcelona comprendió la importancia del silencio, puerta de entrada de la sabiduría, al sentir de Juan de la Cruz. Todo se alcanza calladamente y se diviniza en el silencio, anotó Kierkegaard. En silencio y retiro, Mapi Rivera escuchó atenta para alcanzar la iluminación que permite ver en la oscuridad, y no olvidar las experiencias de su infancia, cuando nada interrumpía la armonía y el estado de bienestar. Muy pronto comenzó a interesarse por quienes habían vivido experiencias visionarias; y al interés siguió el estudio y la investigación para mejor conocerse. El trabajo desarrollado durante diez años se tradujo en su tesis doctoral El sentido numinoso de la luz. Aproximaciones entre Creación y Experiencia Visionaria, que defendió en 2016. Un tema que en la actualidad concita entusiasmos a riesgo de convertirse en coyuntural, por lo que conviene insistir en el periodo de formación de Mapi Rivera para situar, entender y valorar su trabajo artístico y teórico, expresión de su experiencia visionaria.
Mapi Rivera sitúa sus acciones en parajes naturales que apenas han sido transformados, dado el carácter singular de unas imágenes reveladoras del mundo imaginal, eje del cosmos, situado entre el mundo del entendimiento y el de las sensaciones. Un espacio, que como sucede en el de los sueños, es lugar de encuentro de lo visible con lo invisible, morada de los símbolos y escenario propicio de la imprevisible experiencia visionaria. Su cuerpo desnudo, morada del alma, reconoce mediante la iluminación la experiencia “concedida” que le revela una realidad otra cuya visión quedará alojada en poemas y dibujos -cuadernos de vida como los de tantas mujeres visionarias ahora recuperadas-, previos a las fotografías y videocreaciones.
La vida interior transcurre a corriente del flujo creador, cuyo proceso está definido en varias fases que se inician en los cuadernos de vida, continúan en el contacto directo con el paisaje donde va a tener la acción de su cuerpo y finalizan en el ordenador de su estudio poniendo en práctica las posibilidades de los recursos digitales para dar a ver aquello que permanecía oculto. En silencio y armonía, las series de fotografías configuran sensibles cartografías abiertas al imaginario. La entrega incondicional de su cuerpo desnudo, sin nada que la separe del mundo, como imagen externa del alma que es, se zambulle en las aguas y ansía la búsqueda de la luz, en un viaje interminable transitado por ritos de iniciación que aceptan el continuo ciclo de vida y muerte.
Juan Arnau abordó los tres tipos de viaje del viajero por excelencia que fue Ib Arabi, poeta, teólogo y místico sufí, cuya obra fascina a Mapi Rivera: el primero, el viaje de vivir, de la cuna a la sepultura; el segundo, el de los poetas, caracterizados por el extravío y la perplejidad; y el tercero que tiene dos rutas, la terrestre, de la fe y la confianza, y la marítima, las más aventurada, que es la del entendimiento. [Chus Tudelilla Laguardia]
La exposición El hilo invisible recoge una selección de 15 obras fotográficas de proyectos recientes de la autora: Sinapsis · 2015, Eufonías · 2019, Käänna Juuri · 2020.
Así como, 6 video-creaciones de trayectoria, 2000-2013, que se pueden adquirir en el espacio de la Galería en formato Tarjeta – USB de edición limitada y firmada:
Galería Librería La Casa Amarilla
Paseo de Sagasta 72, local 3
50006 Zaragoza
O a través del siguiente enlace: https://www.mapirivera.com/tienda/video/